domingo, 2 de diciembre de 2012
La travesía del Loco
Rosario. República Argentina. Finales de la década del ochenta. De la experiencia de Jorge Griffa y el entusiasmo apasionado de un joven Marcelo Bielsa, surge el proyecto mas ambicioso y revolucionario orientado hacia las categorías juveniles, que marcaría a fuego, el caracter y la personalidad del Loco
.
Luego de dirigir a todas las categorias menores de Newell´s y ser campeón con todas ellas, Bielsa intuía que ya estaba preparado para hacerse cargo del primer plantel profesional. Su desesperación aumentó mas aún con la cesantía del DT que ocupaba el cargo. Fue así que sin mas vueltas se lo planteó cara a cara a Jorge Griffa, obteniendo una respuesta negativa, argumentando éste, una falta de maduración para hacerse de tal responsabilidad.
Para Marcelo Bielsa fue un duro golpe, ya que el se sentía capaz de dicha tarea, y asimilaba aquella negativa como una falta de confianza en sus condiciones como director técnico. Estas sensaciones, lo condujeron a pensar incluso en la posibilidad de abandonar la entidad rosarina en busca de nuevos horizontes para su carrera. Tal es así que existió una firme chance de emigrar a Chaco For Ever, que luego de algunos contactos, quedó trunca. La desición de Bielsa estaba tomada, era la Primera División o el exilio auto-impuesto.
Como Haría Marcelo para sacarse de encima esa frustración que le provocó no poder pegar el salto a la primera?
En que actividad podría convertir sus ganas de progreso constante en algo superador, algo que lo haga crecer?
La respuesta no tardó en llegar. Bajo la supervisión de Griffa, El Loco elaboró un proyecto inédito en el ámbito de las divisiones inferiores. Su intención era ir en busca de los talentos juveniles, abrirles las puertas del Parque de la Independencia a miles de chicos de todo el país.
Con su capacidad analítica y su rigor científico para los detalles, diseccionó al territorio Argentino en setenta pequeñas regiones, con la tarea de contactarse con un referente futbolístico de cada sector, para probar y seleccionar a los jóvenes con talento, que pudieran probrarse en el conjunto Rosarino.
Lanzado y consumido por sus ansias de trabajo, fue tejiendo pacientemente una compleja red de contactos, comunicándose telefónicamente con cada región antes subdividida, tratando de llegar a la persona correcta para el objetivo trazado y concertando una reunión para hablar mas en detalle sobre las pautas a seguir en el futuro.
Elegidas las personas idóneas para tal fin, llegó la parte más dificil . Recorrer íntegramente la Argentina, para establecer definitivamente esas setenta referencias antes delineadas en un mapa de papel, y convertirlas en algo real y tangible. La travesía estaba en marcha y a bordo de un destartalado Fiat 147 de color blanco, El Loco iba en busca de concretar firmemente sus planes. Fueron casi tres meses de viaje en distintas etapas. Atravesando caminos, pueblos, ciudades. Carreteras vacías y madrugadas solitarias. En algunos puntos sólo se permanecía lo mínimo indispensable para impartir las directivas del caso, y enseguida a la ruta otra vez, en busca del próximo destino.
Con distintos copilotos y en distintos tramos, Marcelo recorrió aproximadamente 25.000 km, abarcando casi en su totalidad la inmensa geografía del país. De semejante trabajo, Newells se dotó de muchísmos jugadores, entre los que podemos mencionar a Pablo Paz, Marcelo Escudero, Andrés Ylliana y Claudio Enría.Transitando las rutas Argentinas El Loco potenció aún mas su vocación de trabajo y el amor por la tarea, ese que a lo largo de los años pregonó como uno de los pilares de su carrera como entrenador.
En la concreción de objetivos como este, se avisoraba el perfil de un hombre que venía a transformar los métodos tradicionales de trabajo para un director técnico. Un hombre que nos enseñó que el éxito verdadero está en la felicidad de hacer lo que nos gusta y la pasión que ponemos para llevarlo a cabo.
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