martes, 25 de junio de 2013

Historia de un Loco: Bielsa en la UBA. Por Lautaro Castro Garcia.




“El amor a la tarea es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo”



Podría arrancar este artículo diciendo “Ya desde el primer día los alumnos/jugadores supieron que lo que iba a pasar no iba a ser a lo que ellos estaban acostumbrados. Marcelo Alberto Bielsa se presentaba en el entrenamiento de la selección universitaria de la UBA por primera vez en su vida. Su primera experiencia como director técnico”.

Pero me estaría adelantando, esta historia arranca mucho antes. Remontémonos a los comienzos de los ’60. Criado en una casa de largo linaje en el ámbito del derecho por parte de su padre y casi obligado a continuar con ese mandato (como sus otros 2 hermanos) un joven Marcelo Bielsa recibió uno de los consejos que lo marcaría para toda su vida de parte de su mamá Lidia Silvia Rosa “Toti” Caldera -“Elegí lo que te guste, pero en lo que sea, siempre intentá ser el mejor” de su madre fue quien Bielsa sacó el deseo de superación constante y el exigirse continuamente al máximo.


Intentó y logró ser jugador profesional de fútbol, incluso vistiendo la camiseta de la selección para un preolímpico. Era un central aguerrido y un tanto rústico. Líder natural. Pero al ver que su carrera estaba en la 3era categoría del fútbol argentino decidió seguir el consejo de su madre y abandonó la práctica profesional a la corta edad de 24 años. “Mejor me dedico a lo que más me gusta: dirigir”

Y acá si se da el comienzo del Bielsa director técnico. Decidido a ser el mejor, antes que nada quiso comprender como trabaja el cuerpo humano, como entrenarse profesionalmente y con responsabilidad, saber las exigencias que se le puede pedir al cuerpo como también conocer y comprender los procesos de enseñanza y aprendizaje y por eso prefirió hacer la carrera de profesor de educación física. Cuenta su amigo de toda la vida, José Falabella, que un día se cruzo con Marcelo y este le dijo –“Ya tengo la carrera para nosotros, vamos a estudiar el profesorado de educación física” la negativa de José fue fácilmente derrotada por la oratoria y el poder de convencimiento de Bielsa y al tiempo ambos estaban cursando la carrera.   


Al cabo de 3 años ya era profesor de educación física, examen final brillante, según su profesor, de por medio. Y ahí sí, una vez adquiridos los conocimientos que creía necesarios para desarrollar la carrera de técnico intento hacerse una carrera en el ámbito. En esa época, ya recibido y previo a su primer trabajo, Bielsa viajaba seguido a Buenos Aires a ver partidos de básquet con la intención de aprender los movimientos tácticos de este deporte tan dinámico para tratar de aplicarlos al fútbol.  También tuvo varios trabajos, a saber; Con un amigo del barrio se dedicó a transformar casas, inclusive la suya, en pensiones para jugadores de inferiores en el centro de Rosario. Pero eso no duró mucho. Luego con Falabella compró un mimeógrafo (una máquina para hacer copias de papel escrito en grandes cantidades) y se dedicaron a copiar libros para su posterior venta. Y casi encadenado a esto último también compró un quiosco de diarios que atendía otro de sus amigos. Más que buscando un sostén económico, lo del quiosco fue para poder satisfacer sus ingentes deseos de consumir todo tipo de publicaciones deportivas. Aunque nunca le escapó a hacer el reparto a la mañana.
A través de su hermano, que conocía al secretario técnico de la Universidad de Buenos Aires, fue que Bielsa obtuvo a los 27 años, después de mucho tratar, su primer trabajo haciendo lo que él ama. Fue nombrado director técnico del seleccionado de la UBA.


Explicar de forma resumida como funciona ese seleccionado sería más o menos así: el 100% de los alumnos UBA, en cualquiera de sus carreras, son libres de participar en las prácticas de fútbol al comienzo del año, si así lo desean. En un determinado momento se realiza la selección de los mejores para representar a la universidad en los distintos torneos que puedan llegar a presentarse.

En eso estábamos entonces, Bielsa asume la dirección técnica de un grupo de jóvenes a los que no les sacaba más de 5 años, en el mejor de los casos. Todo era absolutamente amateur, pero él se lo tomó con la profesionalidad que lo caracterizó toda su vida. Fiel a su estilo, en las pruebas preliminares vio a más de tres mil alumnos realizar las prácticas para terminar eligiendo a los 20 que representarían a la universidad.
En aquel entonces e imprimiendo todo su profesionalismo y seriedad Bielsa ya utilizaba sus famosas estacas para dividir la cancha en sectores, conos y las figuras de metal que simulan ser barreras. Quizás hoy suene por demás común, pero hace 30 años (casi exactamente) era revolucionario. Trabajaba por horas una única jugada hasta que esta saliera a la perfección“(…) El futbolista, como todo ser humano enfrentado a la alta competencia, tiene lo que llamamos temor escénico. ¿Y cómo se neutraliza? Con la mecanización, haciendo algo que está preestablecido, practicado muchas veces, con un mínimo margen de error.”Marcelo cambió la cantidad de horas de entrenamiento. Antes de su llegada eran 6 horas semanales en 2 días y el las aumento a 9 horas semanales repartidas en 3 días. Los alumnos en un comienzo no tuvieron una buena relación con él, ellos iban más bien a distraerse de la facultad jugando al fútbol y Bielsa pretendía que fueran profesionales. 

En una producción para el portal www.canchallena.com dos ex alumnos/jugadores de Marcelo, Aldo Forti y Miguel Calloni (Arquero y volante por derecha, respectivamente) relatan en un video una anécdota fenomenal de Bielsa. También en la misma crónica relatan algunas anécdotas de esas que no siempre nos llegan porque hablan de la vida cotidiana de Marcelo. Cuenta en el anecdotario de público conocimiento que una vez casi se agarra a trompadas con el capitán del equipo, llamado Eloy Del Val, por tener serias discrepancias en cuanto al entrenamiento. Relata Aldo Forti en la entrevista que Bielsa sacándose el reloj le dijo “Arreglemos esto como caballeros señor Del Val” no se sabe que fue lo que finalmente sucedió pero Forti supone que fue lo que pensó el capitán en ese momento “Imagino que aquello ya era una demostración suficiente de fuerza como para la pulseada ó como para que el capitán diga ‘este tipo se la banca’” Sigue diciendo Forti “También se calentaba  con la misma vehemencia  cuando algún jugador recibía una patada artera. El salía a defender a sus jugadores”  tanto así que en un partido un rival le pego un codazo a un jugador suyo y el propio Marcelo, al terminar el encuentro, intentó ir a buscarlo para “arreglar” el problema. Y cuando a ambos se les pregunta cómo era que un Bielsa solamente 3 años mayor que ellos los podía convencer de sus ideas, ambos responden algo que nos hace pensar que nada cambio en estos 30 años. Dicen, entre otras cosas “por la convicción con la que el tipo hablaba, te generaba un estilo de pertenencia clave”


Lo cierto es que la experiencia fue tan fructífera como corta. Bielsa renunciaría a su cargo habiéndolo ejercido por menos de un año. Se vio en la necesidad de irse dado que la facultad no podía proveerle todo lo que él creía necesario para desarrollar correctamente su tarea. Existen varias notas y algunos videos de sus ex-dirigidos, en los que solo tienen elogios para Marcelo y cuentan como los ayudó no en el fútbol, sino en la vida. Inclusive aquel capitán del equipo hoy se deshace en elogios para con él.


Visto que hasta aquí llega su etapa amateur me gustaría cerrar con una reflexión de Bielsa que alude a esta etapa de su vida. “(…) Si estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfruté del amateurismo, cuando crecí enamorado de mi trabajo. Tengo un profundo amor por el juego, por la esquina, por el baldío, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado”

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