jueves, 21 de marzo de 2013

La soledad del loco




La soledad es evidentemente algo bastante complicado de definir. puede haberlas de todo tipo. Y no siempre debe tener el condimento de hallarse en forma singular, sino que también uno puede sufrirla rodeado de gente, de algunas personas. Tal vez de 40.000 o 50.000, lo mismo da.

Detenganse por un instante a mirar una fotografía de Marcelo Bielsa. O un video, cualquiera sea la imagen que estén divisando se observa un rasgo indeleble y común en cada una de las fotografías: La soledad. En el fondo de esa mirada, que produce una especie de fortaleza para no dejar salir las emociones, aunque a veces hagan implosion y lo demuestren como un autentico demente, se nota la soledad. Las pupilas nos hablan de un mundo en el que las reglas son milimétricamente delimitadas, y en el que la pasión y el extremo detalle por la tarea que uno realiza lo abarca todo.

Pero en muchas oportunidades, la soledad no resulta algo impuesto por las circunstancias de la vida. O un castigo impuesto por un grupo de personas evidenciando desprecio hacia aquél que se aisla. La soledad puede buscarse por cuenta propia, como un remanso para protegerse en diferentes situaciones. Para expresar la peor de las tristezas y el dolor mas profundos, pero también para saborear la miel del triunfo conseguido por nuestra desición, pero siempre en soledad con uno mismo.

La soledad puede buscarse simplemente por no encajar en los estandares de vida que nos ofrece la sociedad hoy en dia, por no estar cómodos con las ropas que nos provee el mercantilismo interminable que nos bombardea diariamente por la televisíon.

Marcelo Bielsa se encuentra a gusto con esa soledad. Esa soledad que le permite analizar su comportamiento frente al mundo, analizar sus actos, su manera de desenvolverse frente a diferentes situaciones, juzgando sus actos a tal punto de autodenunciarse sin ningún reparo. Quizás se sienta protegido de la máquina implacable del exitismo, esa que lo elevó a la mas alta de las cimas del futbol mundial, y que luego sin mediar palabra, lo enterró en el infierno de los perdedores, de los exiliados de Olimpo de los ganadores, cuando la suerte fue esquiva, cuando la mano vino mal barajada, alla en el Lejano Oriente.

Cada vez que miro a los ojos a Marcelo Bielsa, me pregunto: Que estará pensando?. Que se esconde detrás de la mirada de ese tipo al que llaman Loco? Por Que se recluye tanto en su propio mundo y se refugia tanto en esa soledad qe lo acompaña eternamente?

Entonces aparto la mirada de la fotografía, y me asomo a mirar el mundo, a leer los diarios, a realizar un zapping furioso en la televisión, a observar como se festeja la derrota ajena, y como se insulta a los que pierden...como se idolatra a los que ganan, sin preguntarles en que preceptos de basaron para aquello...

En ese momento, recuerdo esa mirada perdida, esa soledad crónica...


...Y entiendo todo.

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